Hablar con un toque de humor permite transmitir enseñanzas de forma más accesible, memorable y agradable. El humor puede hacer que la información sea más digerible y fácil de recordar. Una forma más ligera de enfrentarse a realidades importantes permite tener una escucha más activa, permite a las personas identificarse desde la sonrisa y quitarse la máscara. Un ambiente alegre donde aprender y poner en marcha los cambios para llegar a objetivos comunes.